Algunas causas de la esterilidad encuentran solución con técnica de la inducción ovulatoria o superovulación, combinada con las relaciones sexuales regulares o con medios artificiales.
La inducción ovulatoria está destinada a generar una ovulación sana y, según sea el diagnóstico, la maduración de varios ovocitos al mes en lugar de uno solo, que es lo normal. La liberación de más de un óvulo aumenta muy notablemente la probabilidad que tiene la mujer de quedarse embarazada en cada ciclo.
La ovulación se induce farmacológicamente y se determina el momento idóneo para depositar los espermatozoides en la vagina, lo cual se puede hacer con relaciones sexuales naturales o con la inseminación intrauterina (IIU).
1. El primer paso en la superovulación consiste en administrar una serie de medicamentos que estimulan la maduración de los ovocitos. En el ciclo reproductivo normal se necesitan dos hormonas —la hormona foliculoestimulante o folitropina (FSH) y la hormona luteinizante o lutropina (LH)— para dar comienzo y completar el proceso de maduración. En la superovulación se administran a la mujer unas sustancias, por vía oral o en inyecciones, que elevan los niveles de dichas hormonas.
2. A continuación se controla el desarrollo de los ovocitos en los folículos ováricos (esferas llenas de líquido) mediante ecografías vaginales.
3. Cuando los folículos adquieren el tamaño adecuado y contienen ovocitos maduros, se administra a la mujer una inyección que provoca la ovulación y que marca el momento idóneo para la fecundación y, si todo marcha bien, para el embarazo.
4. Los dos días siguientes a este momento, coincidiendo con la ovulación, es cuando la pareja debe mantener relaciones sexuales o cuando se practica la inseminación intrauterina, en la cual se deposita, directamente en el útero a través de un catéter (tubito flexible), una muestra de semen concentrada con espermatozoides muy móviles.
5. Al cabo de entre cinco y siete días, con un análisis de sangre ordinario se comprueba que haya las concentraciones apropiadas de hormonas para que el embrión se implante. Si las concentraciones son bajas, se administran complementos hormonales.
El objetivo de la inducción ovulatoria es aumentar la probabilidad de que se produzca la ovulación en el momento justo y de que los espermatozoides alcancen el óvulo para fecundarlo y engendrar un embarazo. Para muchas parejas, la posibilidad de un embarazo con el tratamiento ovulatorio ronda el 20% en un solo mes.
Fármacos que se utilizan en la inducción ovulatoria
Todos estos medicamentos para superovulación son formas distintas de la hormona foliculoestimulante (FSH), la hormona más importante para el desarrollo de ovocitos sanos, que fabrica el propio organismo en la hipófisis. Con el aporte complementario de FSH, mejora la producción de ovocitos.
Los medicamentos inyectables son más potentes que los que se toman por vía oral y tienden a generar más óvulos. Se necesitan dos o tres ecografías y algunos análisis de sangre para controlar el proceso de maduración ovocitaria y descartar riesgos.
Medicamentos inductores de la ovulación (liberación de los ovocitos)
Otra sustancia que fabrica el organismo es la hormona luteinizante o lutropina (LH), que induce la ovulación (desprendimiento del óvulo del folículo maduro). Se utilizan otros dos medicamentos para inducir la ovulación en el momento oportuno del ciclo ovulatorio:
Fármacos que favorecen la implantación y las primeras fases del desarrollo
El organismo fabrica dos hormonas —los estrógenos y la progesterona— que favorecen la implantación del embrión y el incipiente embarazo. Algunas mujeres no las fabrican en cantidades suficientes y por eso se recomienda un aporte adicional para mejorar el pronóstico de embarazo. Estos medicamentos son:
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